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COLEGIO PROFESIONAL DE PERIODISTAS DE ANDALUCÍA

domingo, 19 de junio de 2022

  • 19.6.22
Cuentos minúsculos que se asoman a realidades sorprendentes. Ese es el título del primer libro de ficción del periodista Daniel Guerrero Bonet, miembro del Consejo Editorial de Andalucía Digital y primer colaborador que inauguró la sección de Firmas de este periódico.


La obra, que ha sido editada por Punto Rojo Libros, reúne buena parte de los relatos que Daniel Guerrero ha escrito a lo largo de su vida y que, hasta ahora, se encontraban celosamente guardados en un cajón. Una selección de historias o cuentos que abordan y se asoman a una realidad oculta, acaso patológica pero siempre sorprendente, que se manifiesta en conductas, delirios, manías o fantasías de quienes viven presos de ella.

"Esa es, quizás, la razón por la que cuesta comprender, por ejemplo, las relaciones que establecen algunas personas con sus animales domésticos o aquellas experiencias que hacen madurar a individuos atrapados en la pubertad e influidos por traumas infantiles, si no se inscriben en el contexto de esa realidad alternativa –a veces sorprendente–, a la que se asoman los cuentos que recoge el libro", reconoce su autor.

Desde la editorial Punto Rojo Libros subrayan que "cada uno de los relatos de Daniel Guerrero va evolucionando de una manera asombrosa, atrapando al lector en una espiral, a veces desasosegante, de la que no podrá salir hasta terminar el último párrafo de la última página".

Y es que la descripción de síntomas, fobias u obsesiones en algunos de los cuentos pone de relieve la experiencia sanitaria del autor, que también es diplomado en Enfermería, a la hora de reflejar una realidad no por desconocida menos sorprendente, lo que dota de verismo unas narraciones que no eluden ficticias situaciones oníricas u observaciones sociales en su variada temática.

De amena lectura y pulcra escritura, Cuentos minúsculos que se asoman a realidades sorprendentes consigue el propósito de sumergir al lector en esa realidad alternativa, sin duda chocante, que explica hechos que resultan desconcertantes. El libro puede adquirirse, a través de este enlace, al precio de 13,00 euros.

Una vida entre la sanidad y el periodismo

Daniel Guerrero Bonet nació en Puerto Rico en 1953. Con tan solo 13 años llegó a España junto a sus padres y hermanas. "Mi padre vino a este país a estudiar Medicina y, cuando se fueron de vuelta a Puerto Rico, yo me quedé y me nacionalicé español", rememora el autor de Cuentos minúsculos que se asoman a realidades sorprendentes.

Padre de cuatro hijos y abuelo de cinco nietos, su familia conforma en la actualidad el "núcleo duro" de sus preocupaciones y alegrías. Diplomado en Enfermería y licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, trabajó como enfermero en Córdoba, donde consiguió su primera plaza y, luego, en Sevilla, donde pudo completar con éxito su ciclo laboral y alcanzar la edad de jubilación.

Además de ocupar durante catorce años el puesto de técnico de Promoción del Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS) de Sevilla, como periodista fue colaborador, casi desde sus inicios, del grupo Andalucía Digital, donde semanalmente publicaba su columna Lienzo de Babel, una de las más seguidas de esta red de periódicos digitales.

Su actividad en Andalucía Digital, de cuyo Consejo Editorial forma parte desde el año 2010, la ha compaginado, con menor intensidad, en otros medios digitales. A su vez, ha pertenecido a la tertulia sevillana Cuadernos de Roldán, integrada por poetas y pintores de la capital hispalense, en cuyos poemarios ha publicado en varias ocasiones.

Con todo, la mayor parte de la producción periodístico-literaria de Daniel Guerrero se ha difundido a través de los blogs Lienzo de Babel –ya sin actividad– y Mirada Crepuscular que, según sus propias palabras, "languidece al compás que su autor".

Fruto de todo ello son esos cuentos que ahora aparecen por fin en Cuentos minúsculos que se asoman a realidades sorprendentes y que revelan a un escritor sensible y curioso, que sabe extraer de la realidad, incluso de la biográfica, los elementos que sustancian la ficción de sus relatos.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN

sábado, 18 de junio de 2022

  • 18.6.22
La firma de un convenio de colaboración entre la Diputación de Córdoba y la Asociación Cordobesa de Amistad con los Niños y Niñas Saharauis (Acansa) permitirá a 110 niños y niñas participar en el programa Vacaciones en Paz. Un acuerdo que permitirá retomar esta actividad, afectada en los últimos dos años por las restricciones establecidas como consecuencia de la pandemia del coronavirus.



El presidente de la institución provincial, Antonio Ruiz, explica que “esta rúbrica supone la vuelta a la normalidad tras dos años de cierre de fronteras con la pandemia, por lo que en esta ocasión Vacaciones en Paz se dota de un significado mayor si cabe”.

Ruiz menciona que “esta iniciativa resulta clave para la población infantil saharaui, presentándose como la única vía de salida de los Campos de Refugiados de Tindouf durante los meses de verano. Todo ello con el objetivo de que reciban una alimentación adecuada y pasen sus revisiones médicas”.

“El trabajo incansable de Acansa y la solidaridad inagotable de las familias cordobesas que, año tras año, participan en este programa hacen posible que estos 110 menores pasen unas vacaciones lejos del calor propio de su tierra”, matiza Ruiz.


Durante la firma se ha explicado, además, la continuidad de la iniciativa Caravana por la Paz, a través de la cual se realiza el envío de ayuda humanitaria; “una ayuda que este año estará compuesta por 45.000 kilos previstos en dos plataformas”, remarca Ruiz.

En la Caravana se incluyen alimentos no perecederos, medicamentos y material de proyectos, “con los que se contribuye a paliar las carencias de este pueblo castigado por la pandemia y la vuelta a la lucha armada”. Así lo afirma el delegado de Cooperación al Desarrollo de la Diputación, Ramón Hernández, quien añade que “la apuesta de la institución provincial por este proyecto sustenta dos pilares básicos para la vida de estos niños y niñas como son su infancia y su alimentación”.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL

  • 18.6.22

–Pues aprovecho y le pregunto. ¿Tiene algún problema… emocional el señor Castilla?

–La preguntita… Mire, y quién, no. Yo hablo de actitud. De cómo se gobierna la ambición. De cómo se entra y se sale de… ¡Bah!, mala idea, déjelo, se despistará –se hartó. Era un tipo nervioso el periodista.

–¿Era bebedor el señor Castilla? –insistí.

–Tanto «señor»… Si le oyera el tratamiento, y tan seguido, seguro que desconfiaba de usted. La verdad es que se las ha cogido, pero no se le puede llamar «bebedor». La juventud es la juventud, y la madurez, pues la madurez. Con esta tontería le digo que de jovencito: estudiante, aspirante a escritor, iconoclasta… con la sopa de ideas que le he descrito, pues se las cogió. Y no por gusto, le entraba mal la bebida; era imitación, pura imitación. Sume a la confusión las maneras del bohemio, a lo Valle-Inclán, porque había leído la biografía escrita por Gómez de la Serna, y a otro… a Cansinos-Asens, los tenía muy manoseados… También probó del agua turbia de Miller, pero ni de lejos se acercó a sus trópicos. Sólo era ingenuo, le repito, un muchacho muy educado que se esforzaba en no parecerlo y a veces se aturdía. Mire, le pongo dos ejemplos. En el primero está lo que él llamaba, secundado por otro que tal bailaba, un amigo suyo, un tal… Hernández, creo…

–Hernández, sí.

–¡Ah!, ¿lo conoce?

–Y le sigue dando al frasco, si hablamos del mismo Hernández.

–Pues le envidio el hígado, a su edad… que será la mía, por cierto. Porque dos Hernández distintos y coincidentes en lo mismo no puede ser. ¿Y él no ha sabido decirle…?

–Me ha dicho, pero no suficiente.

–Lo siento, por usted. Bueno, pues sigo con el primero de esos ejemplos. Le hago la crónica… –se sucedían lapsos, breves caídas de voz, ocupados por ráfagas de tecleo–. Con este, Hernández, un latoso, solía aparecer por nuestro piso y yo los acompañé alguna vez, se iba de tertulias literarias por algunos cafés, todos antiguos o meramente viejos: toque imprescindible era la costra de mugre, y empleo el plural porque duraban en cada sitio lo que el dueño tardaba en hartarse de sus alborotos y largarlos. A ellos acudía la tropilla de letraheridos dispuesta a moquearle la saya a las musas; y allí, entre discusiones, gritos y flatulencias, se cogían la cogorza, tradicional finura, ya sabe, del talento literario. A este repetido ejercicio ellos lo llamaban, asómbrese, el «ibídem literario», y eran de coñac, siempre, y no me pregunte el porqué de esta preferencia, ni del nombrecito absurdo si se tiene en cuenta las veces que cambiaron de local. Los «ibídem», muy de pipiolos, pasaron y ya. El segundo ejemplo de borrachera, una sola y muy seria, es de naturaleza distinta. Verá, le cuento; aunque esto ya no le importa a nadie, y lo conserva mi memoria por extraño y doloroso, un residuo, me lo explico así, del propio hastío de vivir –«¡Vaya!», me dije, «se me ha puesto trascendente el periodista»–. Era nuestro último año de carrera, la exigencia profesional comenzaba a imponerse, yo había realizado mis prácticas veraniegas, ensayaba mis primeros artículos, algún reportaje… Bien, pues casi todos los días, después de nuestra sesión de estudio, a la anochecida, antes de ir al periódico para ganarme el puesto, que diría Pulitzer, no se ría, solíamos darnos una vuelta por la zona; allí nos tropezábamos con amigos, compañeros de estudios, algún ligue y demás… –Lo interrumpió un golpe: el teléfono.

Chirrido de silla, pasos. Silencio.

–¿Oiga? –musité.

La comunicación seguía: unos golpecitos, intercambio lejano de voces… Uno, otro minuto. Decidí que podía aprovechar para concertar otra cita; aún me quedaban por entrevistar algunos de los firmantes del contrato. Usé el otro teléfono, la conversación fue breve: aquellos señores, los últimos de la lista, degustarían una fraternal comida a bordo de un yate «en mitad de la bahía». Pasos que llegaban…

–Perdone –fue su explicación–. Le decía… Sí. Había una chica, guapísima por cierto, que estudiaba historia del arte, con la que solíamos coincidir en uno de aquellos bares, no recuerdo el nombre, de inmediato convertido en parada obligatoria. Ellos se hacían ojitos y se decían sus cosas, siempre a distancia. Se habían encontrado, ¿comprende?, un flechazo. Un buen día hubo pie y Castilla venció su timidez, lo ha sido siempre, un tímido, ¿eh?; se le acercó, digo, y hablaron, con mucho caramelo; tuvieron su aparte, ya sabe. Entonces, alguien, un amigo de ella, el clásico metepatas inoportuno, se presentó, los interrumpió y destrozó el encanto; gracias a ese merluzo no pudieron concretar. Pero no importaba, lo harían al día siguiente; lo capital era que ya se conocían: habían hablado y se gustaban, era evidente. No he visto persona más feliz ni con tantos proyectos ni… ¡Lo que puede la ilusión! Volvimos al día siguiente. Ella no estaba; esperamos, primera decepción. Repetimos; él se quedaba y yo me iba. Al rato volvía y se encerraba en su cuarto, ni media palabra. Así, todos los días, una semana y otra. ¡Decepción, dolor, alarma, qué sé yo! Pasaron unos meses, nuestras rutinas y tal. ¿Y dónde buscarla? Castilla desesperaba. Sólo sabía que estudiaba arte y se llamaba… pongamos un nombre… Encarnación, o Maite, o… bueno, convengamos en Encarnación. Sé que también la buscó en su facultad, pero no dio con ella. Después, un día… entre semana… por la zona, como siempre… él esperanzado, y empeñado en no perderse una cara de chica… ¡pumba!, nos la tropezamos. No se imagina el golpe, la conmoción. Fue eléctrico, una descarga. Quedamos paralizados…

Y se paralizó la línea. ¡Otra vez! Me entraron ganas de mordisquear el teléfono.

Me levanté, di unos pasos por la habitación (no cabían muchos), solo ida y vuelta; fui a la cocina, llené un vaso de agua, di un sorbito… Volví, agarré el teléfono: un zumbidito… Solté aquel aparato mudo, me estiré un dedo, respiré profundo antes de volver a cogerlo… Y, por fin…

HG MANUEL

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  • 18.6.22
La Unión de Sindicatos de Trabajadoras y Trabajadores en Andalucía (USTEA) ha denunciado que los centros educativos de Andalucía "no reúnen las condiciones mínimas de salud para docentes y alumnado, tal y como ha quedado demostrado esta semana durante la ola de calor" que, según la organización, ha provocado "temperaturas extremas" en las aulas.


En este sentido, el sindicato ha lamentado que la Consejería de Educación no haya previsto "ninguna medida" para paliar las "situaciones de emergencia" que se viven en colegios e institutos. "La única herramienta disponible es un protocolo de 2017", aseguran.

"No se trata de una situación excepcional, sino de las características habituales del clima en Andalucía. Es por esto que la comunidad educativa luchó por la aprobación de la Ley de Bioclimatización que, a pesar de estar en vigor desde hace dos años, sigue sin aplicarse", ha manifestado USTEA, para añadir que "en los últimos días, raro es el centro en el que no se producen incidentes relacionados con las altas temperaturas".

En este sentido, el sindicato ha señalado que, si bien la normativa de seguridad y salud laboral marca que el umbral de estrés térmico está en 27 grados, "en muchos centros se superan ampliamente los 30 grados", por lo que "en estas condiciones es muy complicado concentrarse, el nivel de irritabilidad provoca problemas de convivencia en las aulas y la realización de exámenes no se hace en las mejores condiciones".

Así, USTEA recuerda que ya el pasado mes de mayo, tras la primera ola de calor, instó a la Consejería de Educación a prever medidas que anticipasen la situación de calor extremo que son habituales en gran parte del territorio andaluz.

"A día de hoy, la única herramienta con la que cuentan los centros educativos es un protocolo elaborado en 2017, unas instrucciones obsoletas, muy insuficientes, que descargan la responsabilidad en los centros educativos", lamentan desde USTEA, que advierten que en estas instrucciones también se plantea la posibilidad de flexibilizar el horario escolar, siempre que el centro lo haya incluido en su reglamento de funcionamiento.

"Más allá de protocolos de emergencia, en Andalucía existe una Ley de Bioclimatización de los centros educativos que sigue sin aplicarse tras dos años desde su publicación y entrada en vigor", denuncia USTEA, que aclara que se trata de una ley integral que contempla medidas como la instalación de dispositivos de energía sostenible, aislamientos para la eficiencia energética, ubicación de arboleda en patios y zonas exteriores, cubiertas vegetales para la climatización natural y otras.

"El Gobierno de la Junta y su Consejería de Educación mantienen que se están llevando a cabo actuaciones de bioclimatización, como la instalación de refrigeración adiabática, basada en vapor de agua en 430 de los más de 7.000 centros educativos andaluces", señala USTEA, que sostiene que esta medida "no es, en modo alguno, aplicar la Ley de Bioclimatización", como tampoco lo es la instalación de pérgolas y lonas provisionales en algunos colegios de Infantil y Primaria por los ayuntamientos, en colaboración o no con la Administración andaluza ·y siempre tras las protestas de familias y sindicatos".

Por ello, USTEA ha exigido a la Consejería de Educación que "asuma sus responsabilidades" y "tome inmediatamente medidas" para proteger a la comunidad educativa. "No pueden volver a repetirse estas situaciones y no debe pasar ni un día más sin que se aplique la Ley de Bioclimatización que tanto esfuerzo costó a la comunidad educativa", insisten.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL

viernes, 17 de junio de 2022

  • 17.6.22
La biopsia selectiva de ganglio centinela en el melanoma cutáneo es una técnica "imprescindible" para saber de forma precisa y precoz si dicho tumor maligno de la piel se ha extendido a los ganglios linfáticos. Esa información es de “vital importancia” para conocer el pronóstico de la enfermedad, así como para establecer el tratamiento más adecuado, según han destacado los doctores María José Espiñeira y Pablo Contreras, especialistas de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora y de Medicina Nuclear, respectivamente, del Hospital Quirónsalud Córdoba.


El melanoma cutáneo supone entre el 4 y el 8 por ciento de todos los tumores malignos de piel, pero es responsable del 80 por ciento de las muertes por cáncer cutáneo, debido a su alta agresividad y capacidad de extenderse precozmente, según ha señalado la doctora Espiñeira. En España se diagnostican cada año alrededor de 13 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y esta incidencia no deja de crecer en los últimos años. Así, en este tipo de tumores muy importante realizar un diagnóstico precoz, ya que la supervivencia es mucho peor cuando la lesión se ha extendido a los ganglios linfáticos.

Cuando un paciente consulta al dermatólogo por la presencia de una lesión pigmentada en la piel y tras una biopsia escisional se establece el diagnóstico de melanoma, el primer paso es realizar una ecografía de las regiones de drenaje linfático cercanas al tumor para descartar que se haya extendido.

En caso de que la ecografía sea normal, el paciente es remitido a los servicios de Cirugía Plástica y de Medicina Nuclear para llevar a cabo la técnica de biopsia selectiva de ganglio centinela así como la ampliación de los márgenes de seguridad de la lesión cutánea en un mismo acto quirúrgico, que se realiza de manera multidisciplinar junto a profesionales de Anatomía Patológica.

La biopsia selectiva de ganglio centinela es una técnica con dos partes diferenciadas y que provoca muy pocas molestias para el paciente, según ha explicado el doctor Contreras. La primera parte se lleva a cabo en el servicio de Medicina Nuclear y se denomina linfogam-magrafía, en ella el especialista inyecta una pequeña dosis de un radiofármaco en la piel que rodea la cicatriz donde se encontraba el melanoma antes de su extirpación y se obtienen imágenes en una gammacámara para identificar cuántos ganglios centinelas hay y en qué localización se encuentran.

El Hospital Quirónsalud Córdoba cuenta con una gammacámara híbrida con un TAC para obtener imágenes tomográficas de fusión, llamadas SPECT-TAC, que permiten la localización anatómica precisa delos ganglios centinelas, lo que ayuda a planificar la cirugía posterior. Con la información obtenida se puede realizar la segunda parte de la técnica en quirófano, donde con la ayuda de una sonda gamma detectora de radiación se procede a la localización y biopsia de los ganglios centinelas previamente identificados.

Posteriormente, el servicio de Anatomía Patológica estudia de forma exhaustiva dichos ganglios para determinar con una alta sensibilidad si están ya afectados microscópicamente por el tumor. En el 20-25 pro ciento de los pacientes sometidos a esta técnica se confirma la afectación metastásica del ganglio centinela y conocer esta circunstancia es de gran valor para establecer la necesidad de completar el tratamiento del paciente con los nuevos fármacos disponibles para este tipo de cáncer, según han resaltado los doctores Espiñeira y Contreras.

Quirónsalud en Andalucía

El Grupo Hospitalario Quirónsalud cuenta en la actualidad en Andalucía con siete centros hospitalarios situados en las ciudades de Málaga, Marbella, Los Barrios (Cádiz), dos en Sevilla, Córdoba y Huelva, además de 17 centros médicos de especialidades y diagnóstico y un hospital de día quirúrgico, que lo posicionan como líder hospitalario privado de esta comunidad autónoma.

Quirónsalud es el grupo hospitalario líder en España y, junto con su matriz Fresenius-Helios, también en Europa. Cuenta con más de 40.000 profesionales en más de 125 centros sanitarios, entre los que se encuentran 47 hospitales que ofrecen cerca 7.000 camas hospitalarias.



Dispone de la tecnología más avanzada y de un gran equipo de profesionales altamente especializados y de prestigio internacional. Entre sus centros, se encuentran el Centro Médico Teknon, Ruber Internacional, Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Fundación Jiménez Díaz, Hospital Quirónsalud Barcelona, Hospital Universitario Dexeus, Policlínica de Gipuzkoa, etc.

El Grupo trabaja en la promoción de la docencia (ocho de sus hospitales son universitarios) y la investigación médico-científica (cuenta con el Instituto de Investigación Sanitaria de la FJD, único centro investigador privado acreditado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación).

Asimismo, su servicio asistencial está organizado en unidades y redes transversales que permiten optimizar la experiencia acumulada en los distintos centros y la traslación clínica de sus investigaciones.

Actualmente, Quirónsalud está desarrollando más de 1.600 proyectos de investigación en toda España y muchos de sus centros realizan en este ámbito una labor puntera, siendo pioneros en diferentes especialidades como oncología, cardiología, endocrinología, ginecología y neurología, entre otras.

REDACCIÓN / ANDALUCÍA DIGITAL

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