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Francisco Alcaide Benítez logra el primer premio "Pedro Cabezuelo" a la detección precoz de mildiu en viñedos

El salón de actos de Envidarte, sede del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles, acogió ayer el acto de entrega del XXXVII Concurso a la Primera Mancha de Mildiu "Pedro Cabezuelo" Fundación Caja Rural del Sur, con el que se pretende potenciar la colaboración de los viticultores para activar el sistema de prevención ante esta enfermedad que afecta a los viñedos de la DOP cordobesa.

Correspondientes al año 2019 –dado que el pasado ejercicio no se convocó el concurso como consecuencia del estado de alarma por el coronavirus–, los Premios Mildiu "Pedro Cabezuelo" han vuelto a reconocer el trabajo desarrollado por siete viticultores de la comarca "cuya labor de observación permite poner en marcha todo el mecanismo para evitar la expansión de esta enfermedad".

Así, el primer premio de 700 euros de esta edición recayó en el viticultor Francisco Alcaide Benítez. Por su parte, los tres segundos premios, dotados con 300 euros, fueron para Antonia Requena Alcaide, Manuel Sánchez Ramírez y Juan Urbano Rosa. 

Finalmente, el XXXVII Concurso a la Primera Mancha de Mildiu "Pedro Cabezuelo" Fundación Caja Rural del Sur reconoció con un tercer premio la labor de observación realizada por los viticultores Miguel Alcaide Carmona, José Antonio Pérez Garrido y Eugenia Morales Pérez, con un premio de 200 euros.

"Este concurso es una iniciativa muy importante para el sector por esa labor de prevención de esta enfermedad y además, ha servido de ejemplo para otros territorios que han adoptado este sistema de detección de mildiu gracias a la colaboración de los propios agricultores", destacó el delegado de Agricultura, Juan Ramón Pérez, durante la entrega de premios. 

Los Premios Mildiu "Pedro Cabezuelo", promovidos por la Fundación Caja Rural del Sur, se convocaron por primera vez en 1984, gracias a la iniciativa de Pedro Cabezuelo, jefe de la Sección de Protección de los Vegetales en Córdoba. El programa dio sus primeros frutos entre 1989 y 1991, años en los que gracias a las denuncias de las primeras manchas y a la divulgación realizada por la propia Delegación de Agricultura y Pesca en los medios de comunicación y en charlas directas a los agricultores, se consiguió detener la epidemia.


Conocido en otras regiones como añublo o mildeo, este hongo parásito originario de América puede ocasionar daños devastadores en todos los órganos de la planta si el clima le favorece. De esta forma, representa una de las enfermedades criptogámicas más peligrosas y de las más temidas por los viticultores porque, cuando la infección es grande, puede devastar toda la producción de una zona vitivinícola.

Buenas perspectiva para el sector

Junto a la entrega de los Premios Mildiu "Pedro Cabezuelo", el Consejo Regulador celebró una asamblea para analizar las perspectivas del sector para este año, así como la incidencia de la crisis generada por la pandemia del coronavirus desde que se decretara el estado de alarma hace poco más de un año.

En este sentido, el presidente de la entidad, Javier Martín, destacó que mientras que en el último año los consejos han registrado una caída media de un 15 por ciento del volumen de producción, alcanzado el 15 y 30 por ciento en algunos casos, en Montilla-Moriles la producción ha caído en un 9 por ciento. "Eso demuestra que es un sector que se reinventa para seguir vendiendo y apoyar a sus trabajadores", subrayó. 

Respecto a las previsiones para este año, Martín no dudó en que la situación "va a mejorar". “Hay determinadas bodegas que están apostando por el mercado asiático, donde algunos Pedro Ximénez pueden alcanzar los 100 euros la botella, a lo que se suma la apertura de la hostelería, lo que favorecerá que sea un buen año para las bodegas y, por tanto, para los agricultores porque esto evitará que caiga el precio de la uva, aunque en Montilla-Moriles no se ha registrado esa merma del precio en el último año”, recordó.

I. TÉLLEZ / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍAS: I. TÉLLEZ