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La cosecha de las variedades de uva blanca marca hoy el inicio de la primera vendimia de toda Europa

Como viene siendo habitual en los últimos años, la recolección mecánica de las primeras variedades de uva blanca, ideales para la elaboración de vinos jóvenes sin crianza, ha vuelto a marcar en Montilla-Moriles el inicio de la vendimia, la más temprana de la Europa continental.



Tal y como adelantó ayer la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja-Córdoba), la recolección de la variedad Chardonnay ha dado esta madrugada el pistoletazo de salida a la vendimia 2017, mientras que en los próximos días se comenzarán a cosechar las uvas del tipo Verdejo, Sauvignon Blanc y Moscatel para, ya “a mediados de agosto”, completar la campaña con la recolección de la variedad autóctona del marco Montilla-Moriles: la Pedro Ximénez.

"La vendimia se ha adelantado unos quince días respecto al año pasado, como consecuencia de la maduración dispar por zonas", reconocieron desde la organización agraria, que subrayaron que "incluso dentro de una misma explotación, hay diferencia de maduración entre racimos".

Por su parte, la cooperativa agrícola La Unión, la entidad que desarrolla la mayor vendimia de toda Andalucía, iniciará mañana la recolección mecanizada de la variedad Chardonnay en el entorno del Lagar de Las Puentes y de Cañada Navarro, en el corazón de la Sierra de Montilla, mientras que una cuadrilla de cortadores hará lo propio en una parcela ubicada en el término municipal de Puente Genil.

"Las elevadas temperaturas que se han registrado en las últimas semanas, unidas al aire que ha podido dejarse notar en algunas zonas y al estrés hídrico que arrastran las cepas desde hace tres años, han provocado este adelanto de la vendimia con respecto al año pasado", explicó ayer a Montemayor Digital el enólogo de La Unión, José Garramiola que, desde hace varias semanas, realiza periódicamente controles de madurez y análisis sanitarios de las variedades blancas y tintas plantadas en las parcelas de sus asociados.

Con todo, José Garramiola valoró positivamente el estado sanitario que presenta el fruto, gracias a que la cubierta vegetal de las vides, especialmente tupida este año, ha protegido los racimos de la incidencia de los rayos solares. "De no haber sido así, las temperaturas extremas que hemos tenido en los últimos días hubieran dado al traste con la práctica totalidad de la cosecha", aseveró el enólogo montillano.

Como ya adelantó este periódico, las primeras estimaciones sobre el estado de la cosecha en el marco Montilla-Moriles es que será menor que la pasada campaña, aunque "el estado sanitario de la uva es magnífico y, hasta el momento, el calor está afectando a la parte vegetal de la planta, a la hoja, pero no a los racimos", recalcaron ayer desde Asaja-Córdoba.

El pasado año, la vendimia arrancó el 3 de agosto, con diez días de retraso con respecto al inicio de la recolección del 2015. Las máquinas cosechadoras se anticiparon un par de días a las cuadrillas de cortadores de uva de Navisa Industrial, que comenzaron a desplegarse por los holgados liños que circundan las zonas de El Vicario, El Término y Las Pueblas, en las proximidades de La Vereda del Cerro Macho, unos terrenos excepcionales para el cultivo de la vid que forman parte de la Zona de Calidad Superior de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles.

J.P. BELLIDO / REDACCIÓN
FOTOGRAFÍA: JOSÉ ANTONIO AGUILAR